Hoy vamos con la reseña 41 del “Mes Megan Maxwell” y hoy nos toca Oye, morena, ¿tú que miras? que fue publicado por la Editorial Planeta con el sello Esencia en febrero de 2016
Sinopsis
Hola, soy Coral. Siempre fui una romántica empedernida, hasta que el género masculino me rompió el corazón. Después de varios desengaños, os juro que me dije a mí misma que no iba a permitir que nadie más me hiciera daño. ¡Qué bonito es el amor, pero menuda mierdecita es sufrir por él!
Hoy por hoy me considero una mujer relativamente feliz. Trabajo como repostera, tengo unas amigas increíbles y una preciosa hija a la que adoro. En cuanto a los hombres, lo único que pretendo disfrutar de un sexo divertido con ellos y poco más. Sin embargo, debo confesar que hay uno que hace que se acelere mi atontado corazón cada vez que lo veo. Se llama Andrew y es el jefe de seguridad de las giras musicales de mi amiga Yanira.
Andrew es un bombón alto, de ojos oscuros, moreno y terriblemente atractivo. Y si a eso le sumas que conduce una moto y que tiene ese puntito canalla en su mirada que me vuelve loca, ¡ni te cuento! Pero Andrew es esquivo en lo que se refiere a las relaciones amorosas, y eso me hace pensar que a él también le partieron el corazón y que por eso nunca repite con la misma mujer.
Repetir, repetir, yo no le voy a pedir que lo haga conmigo, pero cuando nuestras miradas se encuentran, una extraña corriente se genera entre nosotros, y eso me inquieta y me hace pensar en si realmente repetiremos algún día.
Opinión personal
Oye, morena, ¿tú que miras? consta de 488 páginas divididas en 33 capítulos y un epilogo donde conoceremos más a fondo a Coral, la mejor amiga de Yanira, la protagonista de la bilogía Adivina quién soy.
Por si no os acordáis o no habéis leído la bilogía Adivina quién soy, Coral apareció por primera vez en el libro de Yanira, Adivina quién soy, en este hace de mejor amiga de la misma. En esa entrega, y en las que siguen, vamos conociendo un poco más a nuestra comehombres favorita: como es su personalidad, cuáles son sus deseos y sueños, sus defectos y virtudes, en fin, vamos conociendo todo de ella. Y me gustó eso, saber cómo era antes de leer su historia; que si bien se puede leer como modo independiente, yo les recomiendo leer la bilogía junto con Sígueme la corriente, la historia de Ruth y Tony, en donde también aparece.
En Oye, morena, ¿tú qué miras? la protagonista por excelencia es Coral, la mejor amiga de Yanira Ferrasa. Una mujer loca, aventurera, sin inhibiciones, a la que no le importa el qué dirán, solo de las más personas más importantes de su vida: que son sus amigos más leales, y su hija pequeña, Candela. Y no olvidemos de ser una romántica empedernida.
En esta entrega, Coral después de una serie de eventos desafortunados, tanto personal como profesionalmente, decide tomar el toro por las astas y pasarlo bien, hasta cuando se sienta un poco triste (para saber de qué hablo, hay que leerlo). Así que se propuso disfrutar del sexo masculino. Con Andrew, el jefe de seguridad de Yanira y uno de los chicos con los que Coral dio rienda suelta a su pasión años atrás.
«Quédate con el tío que te haga sentir mariposas en el clítoris, porque lo del estomago, ¡es hambre!»
Oye, morena, ¿tú que miras? – Megan Maxwell
Cuando comencé a leer libro supe, muy dentro de mí, de que me iba a encantar. Y así fue. Estuve con una sonrisa en la cara de principio a fin. Se los juro. A medida que iba leyendo me iba enamorando más de este libro que, si bien, sigue el mismo patrón de los otros libros de Megan, me enamoró de igual manera.
Sobre la autora, su pluma es increíble. Se lee con una gran facilidad, y eso se debe a la forma en la escribe Megan, su cercanía a la hora de contarnos sus historias tan mágicas hace que leas con gran facilidad cualquier libro suyo. Cuando te quieres dar cuenta ya lo estás terminando.
Me encantó que la novela contara con momentos románticos y divertidos, como a la vez dolorosos y tristes. Un popurrí de sensaciones y emociones que no me dejaron y te dejarán indiferentes.
Oye, morena, ¿tú qué miras? es una divertidísima novela romántica que nos recuerda que, aunque al amor tenga fecha de caducidad, a veces puedes conservarlo para toda la vida. Si os gustó la bilogía Adivina quién soy, os recomiendo que le deis una oportunidad porque no os arrepentiréis.